MEJOR PSIQUIATRA SEVILLA
“El conocimiento de tu propia oscuridad es el mejor método para hacer frente a las tinieblas de otras personas” (Carl Gustav Jung).
1) Qué es un psiquiatra:
Las presiones del día a día son intensas en la sociedad en la que vivimos, por lo que cuidar la salud mental resulta determinante. Como la vida ha cambiado de forma integral en los últimos cincuenta años, la psiquiatría ha tomado gran protagonismo, dando lugar a que la práctica profesional actual difiera en gran medida de la que se ejercía en los psiquiátricos tradicionales del siglo XX. El hombre moderno está sometido a un entorno más exigente, lo que condiciona que necesite cuidar mejor su nivel de bienestar emocional. En consecuencia, las neurociencias han tomado gran protagonismo y cada vez existe mayor concienciación colectiva respecto a los beneficios del conocimiento del propio psiquismo. En éste momento, existe consenso respecto a que un psiquiatra es un médico que se dedica al cuidado emocional de las personas y basa su ayuda en los conocimientos científicos de que disponemos sobre el cerebro. También lo hay respecto a que los psiquiatras no atienden “sólo a los locos”, sino a todo aquel que tiene dificultades emocionales que está dispuesto a afrontar.
2) Para qué sirve un psiquiatra y que ocurre en la consulta:
Un psiquiatra es un médico especialista en problemas de salud mental. Su característica más destacable y que le diferencia de un psicólogo, es que está capacitado para recetar medicación, indicar terapias de estimulación cerebral o realizar un diagnóstico diferencial entre un problema somático y uno mental. Así mismo, muchos psiquiatras tienen formación en psicoterapia por lo que pueden brindar éste servicio adicional a sus pacientes.
Normalmente, en la primera entrevista lo habitual es que se lleva a cabo una valoración inicial, en la que se pretende determinar qué síntomas requieren de una intervención. Inicialmente hay que empezar por descartar posibles causas somáticas para centrarnos en la problemática psíquica. En las entrevista sucesivas, se trabaja el problema principal y se revisa la situación de forma periódica. En esencia, a lo largo del proceso se pretende tomar conciencia de cuál es el problema y cuáles son sus posibles soluciones.
3) Bajo qué circunstancias se necesita acudir a un psiquiatra:
Los psiquiatras se encargan del diagnóstico de trastornos mentales graves y la evaluación de los aspectos físicos de los problemas psicológicos. Es importante tener en cuenta que la asistencia a una consulta de psiquiatría, se debe decidir ante la aparición de dificultades mentales agudas o ante la presencia de problemas mentales crónicos de difícil tratamiento. En general, la mayoría de las personas acuden a un psiquiatra cuando sufren un problema psíquico de cierta envergadura, como una depresión, un duelo, ansiedad, psicosis, trastornos bipolar o una fobia. Habitualmente, son conscientes de que dicho problema limita su desarrollo personal, les hace sufrir y les incapacita para la vida cotidiana sin poder resolverlo por sí mismos. Algunos síntomas alarmantes son las alucinaciones visuales o auditivas, el ánimo bajo, la ansiedad elevada, los pensamientos suicidas o las ideas homicidas. Todos ellos suelen aparecer en el contexto de enfermedades mentales graves tales como los trastornos de ansiedad, depresión, esquizofrenia o el trastorno bipolar, entre muchas otras patologías.
4) Qué psiquiatra elegir:
Los mejores psiquiatras combinan la medicación con la psicoterapia, ofreciendo a cada persona el tratamiento que más se adapta a sus necesidades. Por una parte, existen pacientes que básicamente buscan un tratamiento médico que atenúe su malestar con rapidez, por lo que está indicado la administración de fármacos con cierta urgencia. En el otro polo, están los que rechazan cualquier tipo de tratamiento farmacológico y prefieren seguir una aproximación psicológica basada en técnicas psicoterapéuticas de forma exclusiva. Lo cierto es, que la mayoría de los individuos están dispuestos a aceptar tratamientos farmacológicos en las situaciones graves, mientras que prefieren la psicoterapia cuando se encuentran mejor. También es preciso tener en cuenta, que la psicoterapia produce pequeños cambios permanentes en tiempos muy largos, mientras que la medicación actúa de formás más rápida pero no suele generar cambios permanentes.
5) Cuanto pagar y porqué:
El precio del servicio que ofrece cada profesional es otro elemento a valorar. El hecho de que un psiquiatra pida mucho dinero por su trabajo, no garantiza que sea mejor que otro cuya tarifa sea inferior. Puesto que no existe una tarifa establecida de forma unificada para la solución de un problema concreto, es difícil saber cual es el verdadero precio que debe costar el servicio. Por regla general, es importante saber que los problemas no se solucionan en una o dos sesiones, por lo que hay que asumir que el tratamiento puede durar un mínimo de uno o dos meses, sin límite de tiempo en cuanto a la duración en los casos graves. De modo que es importante informase bien antes de visitar a uno u otro profesional, para dilucidar qué psiquiatra es el más apropiado en nuestro caso.
En principio y como en cualquier otra actividad, encontrar un profesional que sea honesto y cuyo precio no sea abusivo es una buena decisión de entrada. Por supuesto que tiene sentido cambiar de profesional si tras las primeras sesiones no nos satisface el servicio, pensamos que otras alternativas pueden ser más adecuadas para nosotros o no nos gusta el precio. Sin embargo, hay que asumir que en el mundo de la salud mental, la mayoría de los problemas no tienen una solución inmediata. De modo que tomarnos tiempo para reflexionar a la hora de tomar cualquier decisión es siempre una buena medida.
6) Sesiones online o presenciales?:
Nuestra consulta de psiquiatría está ubicada en Sevilla y es ahí donde ofrecemos consultas presenciales cara a cara, pero también realizamos sesiones online para quien nos lo solicita. En nuestra opinión, las consultas online se han puesto de moda porque son más cómodas y económicas, pero creemos que el formato tradicional resulta irreemplazable. Es cierto que las nuevas tecnologías nos ofrecen mayor confort y nos permiten elegir un profesional cualificado que viva en otra ciudad, pero la relación dual tradicional entre dos personas no puede ser en ningún caso reemplazada por completo, por una interacción interpersonal mediatizada por la tecnología.
La entrevista en persona permite una mejor comprensión de los problemas, refuerza el vínculo, ayuda a un mejor desarrollo de la alianza terapéutica y protege mejor la privacidad. A pesar de todo, una alternativa interesante para aquellos que prefieren las relaciones más distantes consiste en combinar ambas opciones, intercalando las sesiones cara cara con otras online. De éste modo, podemos obtener lo mejor de los dos mundos, pero para nosotros ésta modalidad de atención está supeditada a las preferencias del cliente.
7) Mejor psiquiatra Sevilla:
Elegir el mejor psiquiatra depende de lo que entendamos que es lo mejor para nosotros, porque a fin de cuentas la mayor parte de las preferencias están teñidas de importantes connotaciones subjetivas. Si bien, no es menos cierto que las cuestiones personales tienen gran influencia en la elección, existen principios generales que debemos tener en cuenta a la hora de tomar la decisión de visitar a un profesional.
a) La actitud del psiquiatra:
No podemos olvidar que el establecimiento de una relación interpersonal es la piedra angular de cualquier acción psicológica. Puesto que en ésta disciplina el trato personal resulta crucial, la elección de un psiquiatra con actitud positiva hacia nosotros es determinante. Desde nuestra perspectiva, la psicoterapia ha de centrarse fundamente en potenciar los aspectos sanos y recuperables, pues creemos que gran parte de las dificultades que sufrimos son comunes a la mayoría de nosotros. En consecuencia, la duración de la entrevista, la empatía y la capacidad de escucha del profesional, son elementos indicativos de calidad, imprescindibles en cualquier aproximación terapéutica. En éste sentido, entendemos que la reducción en los tiempos de atención que existe en la atención sanitaria pública, es un planteamiento que desatiende los estándares de calidad mínimos que exige la profesión médica en general y la psiquiatría en particular. También resulta contraproducente la elección de un terapeuta que no muestre un adecuado nivel de comprensión, posea escasa capacidad de escucha o muestre poca empatía.
b) La actitud del paciente:
A la hora de iniciar una terapia es decisiva la actitud de la persona que consulta. Para conseguir objetivos y obtener resultados satisfactorios, el enfoque de un tratamiento por un psiquiatra difícilmente puede ser planteado desde la involuntariedad del paciente. Por ello, la asistencia a un psiquiatra privado implica asumir la responsabilidad de querer iniciar un cambio vital que al cliente le permita mejorar su nivel de bienestar. Está claro que cualquier cambio implica un esfuerzo, pero al fin y a la postre merece la pena. Eso implica tener voluntad de cambio, capacidad de escucha y cierta autocrítica, para asumir que es necesario cambiar y esforzarse por llevarlo a cabo.
c) Tiempos óptimos para la asistencia:
Creemos firmemente que la indicación de un tratamiento, requiere una revisión sistemática en periodos inferiores a los quince días, sobre todo si de lo que se trata es de prescribir una medicación por primera vez o realizar el seguimiento de un paciente en momentos de elevado sufrimiento. Durante el seguimiento inicial, tiempos superiores a los 20 días solamente son admisibles si existe una conexión telemática de algún tipo, pero como hemos dicho con anterioridad, resulta insuficiente de forma aislada.
A éstas alturas, está claro que una atención de calidad difiere en gran medida de los planteamientos de seguimiento impuestos en la sanidad pública. Por tanto, únicamente cabe decir que la mala praxis generalizada del sistema nacional de salud es un mal endémico a erradicar, al ser el motivo principal de una elevada cronificación de los problemas, al incumplirse los mínimos de calidad exigibles a ésta profesión.
d) La accesibilidad al especialista:
La accesibilidad del especialista es un detalle muy a tener en cuenta, al ser un problema muy común por desgracia. Nosotros entendemos perfectamente que las personas que nos elijan sean exigentes en éste punto y quieran tener acceso directo a nosotros, antes de empezar a ser atendidas. Ese es el motivo por el que realizamos y realizaremos publicaciones periódicas en éste medio, con el fin de ofrecer la máxima transparencia respecto a nuestro punto de vista en lo referente a las múltiples perspectivas que existen en torno al tema que nos ocupa. Por otra parte, pretendemos ofertar un servicio lo más personalizado posible a todos nuestros clientes y de hecho, nuestro psiquiatra atiende personalmente por teléfono a todas las personas que nos piden ayuda, mostrándose accesible a sus necesidades vía telefónica a lo largo de todo el proceso de mejoría. Creemos que el interés, la responsabilidad, accesibilidad y un elevado sentido de la ética, han de ser una prioridad en el ejercicio de ésta profesión.
De modo que realizamos publicaciones periódicas totalmente gratuitas, estamos disponibles a la comunicación telefónica seis días a la semana y mantenemos contacto permanente con todos nuestros clientes cuando nos necesitan y lo solicitan. Pensamos que el mejor psiquiatra ha de ser honesto, accesible, flexible y a ser posible económico. Puesto que una reducción del sufrimiento interior permite un mejor funcionamiento a nivel personal, social y laboral, ir al psiquiatra es una actividad enormemente beneficiosa a largo plazo. Porque en contra de los que muchas personas creen, el autoconocimiento guiado por un buen profesional permite mejorar mucho más que el análisis individual de los problemas. Ello da lugar a una mayor potenciación de las propias capacidades, que combinado con la reducción del sufrimiento se trasforma en la llave del éxito.
M. Ponce, Médico Psiquiatra
Bibliografía:
- Kaplan & Sadock, Manual de Psiquiatría clínica 6 edición.
-P. Farreras, C. Rozman. (2016). Medicina Interna. Barcelona, España: Elsevier.