SONREIR ES GRATIS Y ALARGA LA VIDA

Sonreir es gratis y alarga la vida. 


Numerosos estudios científicos indican que sonreír es una acción saludable que aumenta la longevidad. La sonrisa es un elemento importante en la relación social, ya que estimula la relajación, favorece la confianza y reduce la agresividad. Sin embargo durante el proceso de la vida está demostrado que los adultos sonreímos una media de 25 veces al día, en comparación con los niños que lo hacen unas 300 veces cada día. Esto se debe a que durante el proceso de crecimiento y durante la maduración del ser humano, la conciencia de la realidad es cada vez mayor y el deterioro corporal es progresivo, por lo que la mayoría de las personas se ven abocadas a enfrentarse a multitud de problemas en la vida adulta, que les hacen perder la capacidad de sonreír frente a las dificultades.

Sin embargo, sonreír produce efectos muy beneficiosos sobre el organismo. Por una parte provoca la liberación de endorfinas, qué es una sustancia cerebral que genera bienestar, reduciendo el dolor, el estrés y la tristeza. En segundo lugar, al sonreír se reduce la secreción de cortisol, una sustancia que aumenta en situaciones de estrés. Además, el acto de esbozar una sonrisa tiene gran impacto en los demás pues favorece la socialización, suaviza la comunicación, mejora la confianza y ayuda a afianzar los vínculos.

7 razones por las que debemos sonreír más:


1. Sonreír es gratis.

Ser amable y mostrar gratitud a través de una sonrisa, es una actitud que conviene potenciar en la vida adulta. La sonrisa y el humor son estados emocionales qué tienden a transmitirse a nivel interpersonal, entre otras cosas porque favorecen la creación de dinámicas emocionales favorables. Es importante recordar que este gesto tan simple, suaviza las tensiones y reduce el nivel de estrés.

2. Sonreír mejora el ánimo.

Sonreír ayuda a relajarnos, a reducir el estrés, mejora el humor y reduce el nerviosismo. En esencia, ser capaz de reirnos favorece la aparición de pensamientos positivos, mejora el ánimo y nos ayuda a ver una perspectiva más indulgente sobre las dificultades.

3. Sonreír aumenta la confianza en uno mismo y los demás.

Sonreír favorece la autoconfianza y la confianza hacia los demás, alivia las fricciones interpersonales y favorece las negociaciones entre adultos. Sonreír reduce la sensación de amenaza, al reducir la tensión y facilitar las relaciones interpersonales.

4. La sonrisa te hace más atractivo y sexual.

Sonreír infunde carácter, ofrece una perspectiva agradable de uno mismo a los demás y da una perspectiva de nosotros mismos más accesible y deseable. Naturalmente, el humor es un ingrediente esencial en los prolegómenos del amor cortés y la conducta sexual.

5. Sonreír aumenta la longevidad.

Según la Sociedad Española de Neurología, está científicamente demostrado que las personas que sonríen a menudo tienen un 40% menos de posibilidades de sufrir problemas vasculares y viven 4 años más de media. La sonrisa favorece la estimulación de la neuroplasticidad cerebral, lo que estimula las capacidades intelectuales y nos permite afrontar los problemas con mayor serenidad. En cierto modo se puede afirmar que ayuda a estimular la creatividad, minimizando las dificultades del proceso creativo. Por otra parte, sonreír provoca que el sistema inmunológico funcione mejor, lo que contribuye a una mejor defensa frente a las infecciones.

6. La sonrisa favorece el éxito profesional.

Sonreír abre muchas puertas en el plano profesional. Las personas sonrientes tienden a conseguir cargos más elevados y adquirir posiciones sociales más prevalentes. Ésto es más determinante aún si cabe cuando se regenta un negocio cara al público, porque una sonrisa a tiempo es imprescindible para gestionar cualquier situación embarazosa.


7. Sonreír te hace más joven.

Lucir una sonrisa rejuvenece. El acto de sonreír oxigena nuestras células, hace que se reduzcan las ojeras y tengamos mejor tono de piel. Además, sonreír es más fácil que enfadarse porque al sonreír activamos 17 músculos faciales mientras que al fruncir el ceño son 43 los que llegan a activarse.


Dr Ponce, psiquiatra