La palabra agorafobia viene de los términos griegos ágora (plaza pública o sitio de reunión) y fobia (temor). Es un trastorno de ansiedad severo que se desencadena en espacios abiertos, en lugares que habitualmente están llenos de gente.
Ir a un centro comercial, salir a comer a un restaurante o disfrutar de un concierto de música, son actividades que a las que las personas con agorafobia les cuesta mucho hacer, porque pueden sufrir un ataque de pánico.
Al igual que el resto de las fobias, suele haber un acontecimiento traumático previo. De forma defensiva, la persona tiende a evitar la situación que le desencadenó la crisis de ansiedad y esto puede derivar en una pantofobia (miedo a todo).
La agorafobia puede ir asociada a la anuptafobia (fobia a estar solo), claustrofobia (fobia a los lugares cerrados), la enoclofobia (estar rodeado de personas) o la erotofobia (al sexo).