Existe una creencia antigua en lo concerniente a la belleza, que gira en torno a la idea de la proporción áurea. La divina proporción o proporción áurea, no es otra cosa que el número de Fibonacci, que fue descubierto en el siglo XVI por Leonardo Pisano (1170-1240). Pisano fue el famoso matemático italiano que estableció la llamada “sucesión de Fibonacci” o “número áureo”; 1,61803398874…. Este hallazgo se puede encontrar en multitud de obras maestras como el “Nacimiento de Venus” de Sandro Botticelli o “La Gioconda" de Leonardo Da Vinci.
A finales del siglo XX, el investigador y cirujano maxilofacial de la Universidad de California, Stephen Marquardt, creó una máscara de la belleza basada en la sección áurea, que bautizó como “ la máscara de Marquardt”. Muchos rostros de personas atractivas de la antigüedad se ajustan al arquetipo de Marquardt, pero análisis recientes indican que no es adecuada para las poblaciones no europeas, como africanos subsaharianos, asiáticos orientales y del sur de la India.